Pasa algo muy curioso con las morfologías de la ciudad, y es que como creemos la arquitectura no depende de ésta sino de la sociedad; a que me refiero con esto, bueno algo curioso pasa frente a mi casa: mis vecinos son un par de viejitos acostumbrados a la vida rural y hoy viven en la prosperidad de una casa de fraccionamiento, la cuál tiene un diseño un tanto contemporáneo (seguramente hecho por algún arquitecto) pero debe ser complejo, mas aún a esa edad acostumbrarse a un espacio al que no pertenecen, entonces ellos solos han hecho sus modificaciones a esa pequeña casa y ahora usan la cochera para realizar cualquier actividad, aquí conviven, comen e incluso duermen, es su espacio favorito, el cual no tenían pero la necesidad los hizo improvisar.
Otro caso partícular que llama mi atención y demuestra mi punto son los diversos barrios característicos que hay alrededor del mundo que no están en su país de origen como por ejemplo los numerosos barrios chinos que hay en Estados Unidos, y es que, como es posible que la arquitectura, arte, costumbres, tradiciones, idioma, gastronomía, en fin todo lo tangible e intangible pase intacto al otro lado del mundo solo por la gente, sus formas de vida en sociedad y las arraigadas raíces que no están dispuestos a abandonar.
Y como éstas, mil historias más, porque los arquitectos no estamos ya para vender identidad, las identidades se dieron desde los inicios de la humanidad.
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